martes, 10 de junio de 2014

Carta abierta a los redactores del País que "informan" sobre Podemos.



Tito Livio

“Tampoco se puede tildar de desordenada a una república con alguna razón cuando hay tantos ejemplos de virtud, porque los buenos ejemplos nacen de la buena educación, la buena educación de las buenas leyes y las buenas leyes de esos tumultos a los que muchos condenan con desconsideración”. (Maquiavelo, Discursos sobre la Primera Década de Tito Livio)


Carta abierta a los redactores del País que "informan" sobre Podemos.
(Respuesta al artículo Las bases de Podemos se enfrentan a sus fundadores para exigir democracia interna, publicado en el El País del 9 de junio de 2014)

Pues sí, señores redactores del País, en Podemos se discute. Discutimos por dos razones: porque tenemos libertad para hacerlo y luchamos por preservarla y porque nos jugamos en esa discusión cosas muy serias. Tal vez ustedes ni lo entiendan ni lo puedan entender. Ese desorden y esa discrepancia abierta se llaman democracia, se llaman libertad y no son causa de impotencia, sino, como ustedes pueden apreciar, de la propia potencia de Podemos, de su carácter expansivo, de su fuerte transversalidad social e ideológica.

Nosotros no partimos de una supuesta verdad predeterminada, ni de las órdenes de alguien que nos manda o que nos paga -como los dueños de su periódico les pagan a ustedes para crear la opinión que les conviene- sino que vamos pacientemente descubriendo juntos, dentro del sentido común y a partir de la decencia común algunas verdades que podemos compartir y que nos permiten actuar. Podemos se les va a escapar de las manos, pues no es un partido al uso, sino una organización que se enorgullece de haber aprendido del gran ejercicio de libertad que fue el 15M y no está dispuesta a incurrir en los errores de la politica tradicional de la izquierda, basada en supuestas verdades, patrimonio de direcciones iluminadas.


La política de la izquierda tradicional condujo a esta al aislamiento y la derrota según dos modalidades: la imposición mediante la violencia de la verdad de la dirección cuando esta disponía del aparato de Estado, en otros términos, el terror, o la impotencia de las direcciones que carecían de medios para imponer su verdad, de los patéticos profetas desarmados del izquierdismo. La izquierda quedó encerrada en ese dilema despotenciador que hacía a unos justificar el terror y a otros regocijarse en su prepotente impotencia, ganándose ambos sectores el merecido repudio de una mayoría social.


Con Podemos, intentamos operar fuera de este dilema, partir de la gente normal y de sus opiniones, pensar y dialogar con una postura abierta que dé prioridad a los intereses, deseos y necesidades de la mayoría frente a los intereses de la Casta socialmente dominante y de las castas politicas y sindicales de la izquierda. Podemos es un enorme experimento, un ejercicio de autoeducación y de empoderamiento popular de un pueblo que sabe que tiene que hacer política y que tiene que llegar a gobernar, que tiene que debatir muy en serio problemas decisivos sin limitarse a atender los vacíos debates de la Casta en el parlamento que todavía controla o en sus lamentables tertulias.


No se inquieten por nosotros si discutimos: estamos cogiendo fuerzas para conquistar la libertad y recuperar la democracia. Roma, como nos enseña Tito Livio, no se hizo fuerte por su perfecta cohesión, sino por sus diferencias e incluso por sus tumultos. Fue esa capacidad de acoger en su seno la diferencia y el antagonismo lo que hizo libre a Roma y también la hizo potente. Es la incapacidad de coexistir con la libertad, su mojigato temor a la diferencia y al debate, su odio a la política y a la democracia lo que está sumiendo a la casta en esa crisis final de la que dan fe los últimos sondeos de intención de voto, esos que hacen de Podemos la tercera fuerza política de este país, una fuerza que sigue en ascenso libre, por mucho que ustedes procuren ocultarlo por medio de sus aparatos de propaganda.


Sin muchas esperanzas de que ustedes entiendan todo esto, les envío un atento saludo
JDS, miembro de Podemos.»